jueves, 18 de febrero de 2010

Ulises o Me voy


Estoy a punto de salir al aeropuerto, hacia San Juan.

Tengo una teoría de que dios, o el universo, o lo que regule la rotación de la tierra y tal, es una fuerza mezquina. Al alcanzar la felicidad absoluta, satisfacción en el trabajo, la familia, amistad, amor, etc., algo debe siempre arruinarse totalmente, o de lo contrario, la persona muere. He visto el caso de dos chicos y una señora, de ámbitos totalmente distintos, uno doctor, otro periodista, una divorciada, jóvenes, exitoso y enamorados. Poco tiempo luego de comenzar a formalizar sus relaciones, dando el último toque a su vida premiada, murieron repentinamente de aneurismas cerebrales, la forma más ridícula y aleatoria de morir, para la cual no existe ni aviso, ni diagnóstico, ni cura. Como si dios los tocase con el dedo y designase "Muere". Como si el ser felices nos llenase de hubris, esa soberbia griega que destruye a los héroes de las tragedias, acusados de desafiar a los dioses.

Temo que todo sea una mierda o que se me caiga el avión (o uno de esos desgraciados aneurismas). La idea de la felicidad absoluta me genera temor, no ilusión. Me he resguardado, como siempre lo he hecho, pero el puertorro está calando de manera inesperada Todo va bien pero...quiero desafiar a los dioses.


Escribo cuando regrese.