domingo, 15 de noviembre de 2009

Haciendo el intento o No pidan peras al olmo

La semana pasada, utilizando esa herramienta que ha definido una generación, la internet, conocí a un chico. Regularmente entro a un sitio web para chicos que buscan chicos en el cual tengo un perfil. Por lo general me limito a mirar perfiles que me gustan, sin siquiera enviar un mensaje a los dueños de los susodichos, pero de vez en cuando me mando. A veces me rechazan (via silencio total), a veces me piden mi msn (la típica del gay limeño) y fotos van fotos vienen, vemos qué onda. Siempre tengo que chequear si mi humor áspero no hiere sus sensibilidades provincianas--yo no aguanto pulgas.

Algunos son más de directo al grano, algo monosilábicos al escribir. Éste era uno de aquéllos. Conversamos un jueves y otra vez el viernes en la mañana y decidimos vernos como al medio día. Llegué a su departamento en Miraflores y toqué el intercomunicador. Sin respuesta. El guardia me miraba a través de la reja y el vidrio prensado. Responden. "¿Suavecito?" "Eh..."de parte?" (¿cómo "de parte"...a quién más has citado?) "Eh...soy SueltoenLima." "Ay...Suavecito, te buscan." Y se abrió el portón.

Su compañero de piso ya había emprendido la retirada hacia su cuarto, al otro lado del depa. Suavecito me esperaba junto al balcón de la sala. Le digo así porque tiene la piel más suave que he tocado. Desde la espalda a los glúteos a los muslos a las pantorrillas, es liso y terso; da tanto gusto acariciarlo. Nos presentamos, fuimos a su cuarto, traté de hacer algo de conversación, pero después de un veloz "Estás bonito", se me echó encima y cachamos de la forma más animal que he cachado en casi un año.

No puedo ni decir que tiramos, ni tuvimos sexo. Fue tan desinhibido (para un primer encuentro) que la única palabra que puedo usar es cachar. Su cara se retorcía en muecas monstruosas como de una arrechura iracunda, nos besábamos salvajemente, mordiéndonos y arañándonos las espaldas. Nuestra ropa quedó tirada hasta debajo de la cama. Su suavidad me ponía a mil. En momentos de reposo, nos besábamos tiernamente. Teníamos química para besar. Lo acaricié bastante. Me gustaban sus pantorrillas fuertes. Él me decía que estaba guapo, que no me esperaba tan guapo. Entrelazábamos nuestro cuerpos desnudos en todas las posiciones, calientes y sudorosos. Empapados.

Ya luego, más empapados aún, nos pusimos a ver televisión. Algún Top Model o algo así. Estaba bastante informado sobre los realities en general. Le dije que yo no tenía televisión.
Nos reímos un buen rato, acerté diciéndole que seguro le gustaban las baladas; confesó. Le puse mi iPod a escuchar Rancid, un grupo de punk. No se inmutó y siguió escuchando. Eso me gusta. No se parecía a mí, pero respetaba y trataba de experimentar cosas nuevas. Y no solo en la cama.

Estuvimos en calzoncillo besándonos en su cama, hasta tarde. Le conté algo de mi vida disoluta, nobusconoviera. Me dijo que yo me iba a enamorar de él, medio en broma, medio en serio. Al principio lo jodía con el tema, él a mí, pero hacia el final me di cuenta que él quería que nuestra conexión, la cual yo también sentí, a pesar de las diferencias ideológicas sobre entretenimiento, se convirtiera en algo más formal más rápidamente. O sea, esperaba de mí lo que muchos chicos han esperado y no han recibido. Quería que le de afecto, más del que puedo dar en un inicio. Lo abracé calato, lo besé suavemente, nos sonreíamos. Hasta le dije que me gustaba su cara. Pero de ahí a decir "me gustas", no pude. ¿Después de unas horas se puede decir? Siento que hay que conocer mejor a una persona para saberlo...tal vez sea rollo mío. O tal vez no me gustaba tanto.

Todo parecía ir bien en cortas conversaciones posteriores por msn, hasta hace tres días:

11:13:35 PM yo: pensé fácil pasarte a visitar
11:13:38 PM yo: jaja
11:14:07 PM .... SUAVECITO: a pasar a cojerme
11:14:11 PM .... SUAVECITO: claro
11:14:15 PM .... SUAVECITO: como soy un culo no mas.

Traté de bromear y le dije que en realidad fácil podíamos ver una película en su cama y chapar también. Me dijo que estaba cansado.

Me gustaría verlo de nuevo pero no sé si él querrá, a pesar de nuestro sexo exelente y nuestra conversación por lo general divertida y algo tierna. Aunque siento conexión, hasta afinidad (hoy le traté de preguntar que tal su fin de semana, como estaba), no soy de construir castillos de arena con gente que recién conozco. Ojo, no soy de los que tira, tiene algo y luego ni te vi (el sauna es una obvia excepción--más sobre eso cuando vuelva a ir a uno). Traté de conocerlo mejor, pero parece que no se puede ir a un ritmo lento. O tiras y te olvidas de su nombre o son novios...¿no tenemos matices, digo yo?

***

Esperen...mientras posteaba hablamos por msn...quedamos para vernos más tarde.