sábado, 29 de agosto de 2009

Hedonismo insaciado o Ya pes compare.

La historia detrás de este blog:


Había estado viéndome con este chico--llamémoslo Eli. No digo que salíamos porque no íbamos a ningún lado. Nos veíamos desde hace ya un par de meses, de manera muy esporádica. La pasábamos bien, pero faltaba ese cierto click (gracias Tula Rodríguez) que nos impulsara a vernos más seguido. Además, él tenía un novio en Estados Unidos que si bien le permitía sus affairs limeños, no le dejaba sitio en el corazón para más. Yo, agradecido por lo que me tocaba. El chico, después de todo, tiene un trozo exelente.


El caso es que, como había ocurrido ya una que otra vez, en pleno faenón a mi compadre se le muere el muñeco (alias Eli por Elimpotente). Sólo que esta vez no pude revivirlo. Generalmente, con algo de paciencia había logrado despertarlo, pero esta vez, nada. Como si con él no fuera. Nunca me había sucedido antes con un hombre y he estado con varios, pero él me confesó que le sucedía aún con su pareja durante sus visitas conyugales. Como lo cortés no quita lo valiente, él ofreció irse, se vistió, yo no lo detuve, se disculpó, yo le dije que no tenía de que preocuparse y al echar seguro a la puerta de mi departamento, resolví nunca más volver a contactarlo.


Verán:


Vivo por mi cuenta desde hace casi diez años. Gano bien pero nunca hablo del tema, ni soy materialista.


He viajado y vivido en muchas ciudades distintas y pretendo seguir haciéndolo.


Soy delgado pero marcado, producto no tanto del gimnasio sino más por los deportes que practico.


Estoy mitad en el closet--la gente importante ya lo sabe. Digamos que no soy obvio, pero un entendido de hecho me tasa.


No me creo la última gota de semen del desierto, en realidad soy bastante humilde, pero me he dado cuenta que tengo que ser más exigente, En este mar de bonito y cabrilla, me he comido cada lorna, borracho y pejesapo...

No cometo un error dos veces, vivo a sin cuartel en mis amistades, en mis ideales y en la cama, y ando buscando alguien que me siga la corriente, para retomar las analogías marítimas.


Éstas son mis desventuras en Lima y balnearios (pasando por otros lares donde también he transitado).


*

Mi cuerpo aún apesta a Eli. No es un mal olor y por lo normal me gusta tener sobre los poros ese recuerdo de los chicos con los que me acuesto. A veces voy a trabajar y paso todo el día con su humor. Pero eso es cuando su semen ha llegado a manchar mi piel. Éste fue un encuentro seco; el opuesto a nuestros sueños favoritos.

Tomo un puñado de almendras de la alacena, me baño pronto y salgo a la calle.